viernes, 12 de octubre de 2012

>.< (<--Monzó)

El otro día vi por la tele a un señor que tenía un tic muy parecido al de Quim Monzó. Un tic que consiste en hacer unos parpadeos muy intensos, como si uno se estuviera concentrando a ratos, e interrumpir el habla en pequeños síncopes.
Era la primera vez que veía a alguien que no fuera el escritor catalán con ese espasmo tan característico, así que por un momento se me pasó por la cabeza: ¿y si este hombre está sencillamente imitándolo?

De la misma forma que el vestir de los ricos deviene rápidamente símbolo de buen gusto, ¿y si los tics de Quim Monzó han empezado a ser mimetizados por unos cuantos intelectuales, imponiéndose lentamente, de forma casi subliminal, como símbolo de erudicción modernilla?


Si hubieran nacido hoy ellos también hubieran sucumbido a los placeres de la superficialidad postmoderna.

Los símbolos de refinamiento acostumbran a ser idiotas y tenemos suerte de que una jugada de la historia no nos haya puesto un muslo de pollo a la cabeza en vez de una tira de tela al cuello como complemento para ir a las entrevistas de trabajo, las bodas y los entierros.
Y mi profesora de lengua castellana insistía en que quedaba mejor decir que algo era "bello" que no que era "bonito". Pues bien, dentro de poco lo va a decir  poniendo violentas pausas en lugares no estipulados.

Preparaos para tertulias literarias entrecortadas, ritos de seducción con guiños de ojos dobles, y la lectura de obras ultrafragmentadas ( a mi me gustaría que se les pusiera este nombre).

¿Y el gangsta pimp rap Monzó?
¡No puedo esperar a que llegue el futuro!

Yo ya[!] estoy pra[!]cticando.

([!]: Como tarde o temprano habrá que trasladar este nuevo estandarte de la élite cultural en la escritura, propongo esta notación para la drástica interrupción del habla Monzoniana. Una pausa, pero no una pausa vacía, no un silencio inocuo, si no el poder de la ausencia subrallada en el quebrar del discurso, recordándonos siempre su presencia, dando nueva vida a las islas de sonido flotantes en la nada semántica.)

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